Además de los beneficios de la Actividad Física presentados en los artículos anteriores, existen otros sobre los que existe consenso en el ámbito científico. Uno de ellos, de gran interés actual es el apoyo que brinda en el control de los niveles de azúcar en personas que enfrentar un cuadro de diabetes.
La Actividad Física como herramienta para el control de los niveles de azúcar en personas con diabetes.
El papel de la insulina en la captación de glucosa por el tejido muscular ha sido evaluado por innumerables ensayos clínicos. Esta hormona es esencial para el estímulo periférico de la utilización de glucosa durante el ejercicio. En ausencia de concentraciones adecuadas de insulina circulante, el ejercicio induce un aumento de los niveles sanguíneos de glucosa.
El ejercicio en pacientes diabéticos bien controlados (con niveles adecuados de insulina y, por lo tanto, con normoglicemia), es beneficioso al aumentar la captación de glucosa por el músculo y disminuir los requerimientos de insulina; además, en esta situación los depósitos de glucógeno no son depletados y los niveles de ácidos grasos libres y cuerpos cetónicos son iguales o discretamente superiores a los encontrados en individuos no diabéticos.
Existen dos tipos de diabetes, la insulino dependiente llamada tipo I, más común en los jóvenes y la diabetes tipo II, la adquirida, generalmente relacionada con el sobrepeso y la falta de actividad física. Aproximadamente el 70% de los diabéticos tipo II padecen de sobrepeso, o en alguna ocasión en su vida fueron obesos, y casi el 90% son sedentarios. En la mayoría de los casos, la diabetes tipo II puede corregirse a través de una dieta específica, una reducción del peso corporal graso y un programa regular de actividad física.
No se puede dejar de mencionar al ejercicio como una manera efectiva de ayudar a controlar los niveles de azúcar en personas con diabetes. Sólo unas caminatas modestas en la semana pueden reducir las necesidades de insulina, mientras que una caminata vigorosa de una hora de duración todos los días puede llegar a prevenir la aparición de diabetes del Tipo II (J.A.M.A.).
En virtud de lo expuesto, la actividad física actúa de manera preventiva o como sostén en la terapia de los diabéticos, mejorando la absorción de glucosa por parte de las células, más aun si el músculo trabaja o está presente la insulina. En reposo por el contrario, el músculo estriado es apenas permeable a la glucosa. Como la musculatura representa alrededor del 40% de la masa corporal, la actividad física tiene un papel muy importante en la regulación de la glicemia y por lo tanto de la diabetes.
Continuará…
Excelente 👌 información para promover la salud a través del deporte.